Decime que la noche se dobla sobre sí misma
y yo voy a decirte que el cielo está violeta como un error,
que los pinos se recortan sobre él
y parecen brujas decaídas,
que la luna rueda en potreros extraterrestres
y que la lluvia no me moja tanto como tus lágrimas que ya no caen pero que siguen cayendo
en aquellos tus ojos de otras madrugadas
de polvo y grillos recitando…
Decime que la noche ya no nos incluye
Yo voy a responderte que la mañana no me llegó aún,
mientras pateo el rocío, moribundo de sol.
Zírpolo